Préstamo
literario: moraleja fábula La “lechera”.
El gallinero.
Un
día soleado estaban las gallinas en la granja, Marta una guapa y pretenciosa
gallina arreglaba sus plumas mirándose al espejo, Juanita una gallina no tan
agraciada le dijo:
-Marta
¿me prestas tu espejo?
-Pues
no dijo Marta me lo vas a quebrar fea.
Muy
triste juanita se alejo a esperar el maíz que día a día traía Don Jaime.
Él
llegó saludando a todos sus animales y dijo a Marta.
-Qué
bonita estás querida tus plumas son hermosas cada día más radiantes se nota que
te alimentas bien ¿eh?
-Pues
si Jaimito haces un buen trabajo conmigo.
Mientras
Don Jaime repartía alimento a los otros animales Marta fue a buscar su caja para
comida y depositó ahí todo su maíz sin comer un solo grano de este, diciendo en
voz alta:
-
Como se le ocurre a este hombre que yo comeré, ¿acaso quiere que sea una gorda?
¡Pues no! Soy muy bella para arruinar mis plumas y mi cuerpo, no quiero ser
como esa tal Juanita, que fea es nadie la quiere, a parte yo quiero guardar
esta comida porque algún día no habrá más y todos vendrán aquí a pedir comida y
no le daré a nadie, no no a nadie, ¿por qué tendría que darles si ellos comen
como desesperados y yo pienso en mi futuro?, ¡ay Dios! Dales sabiduría a estos
tontos para que no piensen solo en el presente, se apronta un futuro
desconocido y no tendrán nada.
Al
pasar los meses la bella Marta ya no era
tan bella sus plumas se caían, estaba muy delgada, sus ojos se cerraban solos,
estaba enferma, lo pasaba mal y estaba sola ya no tenía amigos, al considerarse
tan bella se creía superior a todos y no la querían. Un día la amable Juanita se
acerco a ayudarla y atenderla en su enfermedad. Pero pesé a sus cuidados la
bella Marta murió desnutrida y sola.
Moralejas: No anheles
impaciente el bien futuro; Mira que ni el presente está seguro.
La belleza no es lo más importante y no dura para
siempre.
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